La salud financiera es la capacidad de administrar bien las propias finanzas, lo que incluye el bienestar general y la estabilidad financiera de uno. Estas características incluyen la capacidad de ahorro, la capacidad de generar ingresos superiores al consumo, la capacidad de endeudamiento ante eventos económicos imprevistos, la de tomar decisiones financieras prudentes y la llamada libertad financiera que implica cumplir con nuestros requisitos básicos y necesidades sin ejercer un esfuerzo excesivo.
Una estrategia para el futuro financiero, ahorros adecuados y la falta de una deuda excesiva son indicadores de una buena salud financiera. Muchos mexicanos, sin embargo, luchan con su estabilidad financiera.
Solo el 44% de los mexicanos mayores de 18 años tiene una cuenta bancaria y el 56% no tiene acceso a servicios financieros básicos, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018. La capacidad de las personas para prepararse y alcanzar sus objetivos financieros puede verse significativamente afectada por esta disparidad financiera.
La ENIF también encontró que el 66% de los mexicanos no ahorra dinero constantemente. La falta de ahorros puede resultar en circunstancias financieras desafiantes, como no tener suficiente efectivo disponible para la jubilación o emergencias. Además, el 10% de los mexicanos tiene tres o más préstamos, lo que puede generar problemas de flujo de efectivo y una carga financiera indebida. El 38% de los mexicanos tienen deudas en general.
Importancia de la educación financiera
Comprender los fundamentos de las finanzas personales y la administración del dinero es imprescindible para la educación financiera, pero también debe poder aplicar estas ideas a sus actividades financieras diarias.
Por lo tanto, no basta con saber algo; también necesita poder usarlo para superar obstáculos en su vida financiera y lograr sus objetivos.
Otro tema es la ausencia de educación financiera en México. Solo el 28% de los mexicanos, según la ENIF, tiene alguna educación financiera formal. Tomar malas decisiones financieras, como pedir prestado en exceso o no ahorrar suficiente dinero, puede deberse a la falta de educación financiera.
Es crucial recordar que la salud financiera depende tanto de cuánto dinero se tiene y cómo se maneja. Los altos ingresos no siempre son un signo de una sólida situación financiera. La buena salud financiera depende de cómo se administre el dinero, incluida la capacidad de reservar dinero para ahorros y gastos futuros.
Debe haber iniciativas de varios niveles para que los mexicanos mejoren su situación financiera. Los gobiernos pueden buscar brindar acceso a servicios financieros fundamentales y apoyar iniciativas de educación financiera en las comunidades y escuelas locales. Al ofrecer programas de educación financiera y recompensas que fomentan el ahorro y la inversión, las empresas también pueden ayudar a mejorar el bienestar financiero de sus empleados.
Los fundamentos de la comprensión financiera
Tu vida financiera es como un motor que funciona bien y te mantiene en movimiento. Tiene muchos componentes móviles. Para saber dónde y cómo enfocarse para aumentar tu conocimiento, puede ser útil dividir el conjunto en varias categorías.
1.Hacer un presupuesto demuestra tu capacidad para comprender los problemas asociados con la gestión financiera del día a día. Incorpora ideas como fuentes de ingresos, costos fijos/flexibles/discrecionales y responsabilidades contractuales para pagos regulares.
2.El ahorro se refiere a la capacidad de ahorrar dinero y asignar fondos para futuras inversiones. Por lo tanto, debes estar familiarizado con ideas como cuentas de ahorro, intereses, rendimientos e incluso nociones financieras como acciones.
3.Cuando puedes controlar todos los gastos asociados con los requisitos básicos, como vivienda y transporte, puedes vivir cómodamente. Esto implica manejar gastos recurrentes e incluso comprender seguros.
4.Los detalles del mantenimiento de tus cuentas se denominan operaciones bancarias. Por lo tanto, debes poder comprender tus cuentas, cómo funcionan y cualquier tarifa, cargo u otra condición que pueda ser relevante.
5.Cuando se trata de asuntos complicados como el seguro médico, los deducibles y los niveles de cobertura, administrar los gastos de atención médica puede ser un desafío. Si no tienes una comprensión sólida del problema, las facturas médicas tienen una forma de destruir incluso las finanzas más estables.
6.Tu capacidad para administrar la deuda de manera eficiente depende de tu conocimiento de los términos y costos asociados con artículos como préstamos y tarjetas de crédito. Sin un conocimiento firme, la deuda puede convertirse rápidamente en un desastre financiero.
7.Tu capacidad para gestionar y mantener tu perfil de crédito se conoce como gestión de crédito. Esto cubre su calificación crediticia, informes de crédito y cómo comunicarse con las agencias de crédito si tiene problemas. Las regulaciones de crédito siempre están cambiando.
8.Presupuestar y ahorrar son solo dos de los conceptos cubiertos anteriormente que realmente se incluyen en la planificación de la jubilación, que luego se aplica a la planificación financiera a largo plazo necesaria para la seguridad en su vejez. Debes comprender ideas como 401 (k) y cuentas IRA, así como también cómo se relacionan con los planes del lugar de Trabajo.
¿Por qué tenemos tan poco conocimiento sobre educación financiera?
La mayoría de nosotros no hemos aprendido mucho sobre finanzas personales en la escuela, e incluso así, solo recibimos algunos principios fundamentales. Además, algunas de las lecciones que hemos aprendido ya no son relevantes debido al rápido avance de la tecnología. Por ejemplo, muchos de los consumidores mayores pueden haber aprendido a hacer el balance de una chequera, una habilidad que era importante en el pasado pero que es esencialmente irrelevante en la sociedad actual.
Por lo tanto, sin la educación suficiente, la mayoría de nosotros comenzamos la vida con una educación financiera inadecuada, y el problema se agrava aún más por la rapidez con la que se desarrolla el mundo financiero. Como resultado, frecuentemente buscamos en nuestros padres la información que queremos porque ellos adquirieron todos sus conocimientos de la misma manera. Con la esperanza de que tengan un futuro mejor, les enseñas a tus hijos lo que has descubierto a través de la experiencia.
La salud financiera y la salud física y mental
Para mantener una buena salud física y mental, es fundamental tener tus finanzas en orden, con un ingreso que te permita satisfacer tus necesidades básicas de bienestar físico y, al mismo tiempo, brindarte las actividades de ocio, pasatiempos y el disfrute general que necesitas. Además, evitando la relación deuda-ingresos.
Tener una buena salud física y mental es fundamental para tener una situación económica estable, ya que te permite trabajar y evita incurrir en gastos médicos y de dependencia.
Aunque la genética puede influir en la salud física, no puede garantizarla. Un tipo de estilo de vida saludable que apoye nuestro mantenimiento de la salud física y mental requiere una dieta equilibrada, un estilo de vida activo (con ejercicio moderado), relajación adecuada (incluido el tiempo libre), optimismo y la relativización de los problemas (dar el significado adecuado a la vida cotidiana).
Requerimos una economía personal que debe ser al menos mínimamente saludable para lograr ese tipo de existencia saludable, que incluye alimentación correcta, ejercicio, vivir en un lugar agradable (casa), etc.
Asimismo, además del estrés que provocan las circunstancias mencionadas y el deterioro del estado de ánimo (salud psicológica), nuestro bienestar físico también se ve condicionado cuando tenemos problemas con nuestra salud financiera, como cuando estamos desempleados, tenemos un bajo trabajo remunerado, o cuando nuestras deudas superan nuestros ingresos.
Indicadores de bienestar financiero
En relación con estos cuatro criterios, se desarrollan algunos procedimientos que te ayudarán a medir tu salud financiera y mantener un control adecuado sobre ella.
Para empezar, debes tratar constantemente de mantener una brecha cuantitativa saludable entre tus ingresos y gastos, lo que también te permitirá ahorrar dinero.
El pago oportuno de las facturas es una señal más de bienestar financiero. Dado que no se acumularán ni arrastrarán deudas, tu capacidad para realizar pagos a tiempo será una señal de que tu situación financiera es sólida.
Tu capacidad para el bienestar financiero también se mide por su capacidad para ahorrar suficiente dinero. Los ahorros son cruciales para lograr la seguridad financiera, lo que te permite aprovechar las oportunidades e invertir dinero en un futuro. Estos ahorros varían de persona a persona y están directamente relacionados con los objetivos personales de la vida.
El último signo de salud financiera se relaciona con la previsión en la planificación del gasto. La señal de que las personas se dedican a mejorar su situación financiera y a pensar en el futuro es la presupuestación de los gastos a lo largo del tiempo.