Efectivamente, todos nos enfrentamos de vez en cuando a la perspectiva de perder nuestro empleo y, aunque nuestras circunstancias pueden fluctuar en función del puesto que ocupemos, es habitual enfrentarse a este aprieto en algún momento de nuestra carrera profesional.
Muchas veces, tenemos miedo a que nos despidan, por lo que nos encontramos con pocas opciones, obligados por el desajuste a pasar por este momento.
Sea cual sea la razón por la que perdiste tu empleo y dejaste de trabajar, perder un trabajo sacudirá tu vida ya que, además de cualquier preocupación económica futura, puede acarrear problemas emocionales como ansiedad y tristeza.
Es usual que pases por estas etapas en estas circunstancias:
1.Negacion: En esta fase, niegas la realidad. No puede creer lo que le ha ocurrido. No tienes ni idea de por qué ya no trabajas.
2.Ira: te das cuenta de que lo que te ha ocurrido es real. Buscas una explicación a lo ocurrido. Si no se le ocurre una respuesta plausible, busca a alguien a quien culpar.
3.Tristeza: El abatimiento aparece cuando ves la realidad de la circunstancia. Predomina el pesimismo. No eres capaz de ver nada positivo.
4.Aceptación: En este punto, has alcanzado un auténtico reconocimiento de la realidad. No hay tiempo que perder. Si quieres salir de esta circunstancia, tienes que empezar a buscar opciones. Por ejemplo, busca un trabajo que sea mejor que el que tenías antes.
Sin embargo, perder un trabajo no es el fin del mundo. Por eso, inmediatamente después de perder tu trabajo, debes tener en cuenta una serie de factores para saber cómo afrontar el cambio que se ha producido en tu vida.
Tu salud mental
Somos humanos, y hablar simplemente de hacer A o B para pagar las facturas no nos va a ayudar mentalmente. Debemos cuidarnos especialmente, no sólo en lo que respecta a la salud, sino también a las expectativas y al aspecto emocional.
Aceptar el escenario
El pensamiento negativo sólo empeorará el problema, así que acepta que se trata de una fase que pasará. Habla con tus amigos, sé abierto con tu familia e intenta relacionarte y reconectar con los demás.
Vuelve a conectar con lo que es importante para ti
Haz algo agradable para ti. Pasea por la ciudad, ve a gente que hace tiempo que no ves y distráete con sus aficiones. La salud mental es crucial en esta etapa, así que no se rinda, trabaje para mejorar sus rasgos y no permita que sus talentos se oxiden. Recuerda que es algo temporal.
Incluye el bienestar en tu rutina diaria
Con las prisas y el ajetreo de la vida diaria, no siempre tenemos tiempo para cuidar de nuestra salud. En este momento, recuerda que mantenerse sano es fundamental. Haz un programa de ejercicios, organiza tu tiempo libre y planifica actividades de ocio.
¿Qué hacer?
Piensa en que cosas buenas vendrán
Debes imaginar y creer que la pérdida del empleo se produjo porque algo mejor vendría después.
Antes de sucumbir al pesimismo, considere las ventajas de no tener trabajo. Por ejemplo, quizá sea el momento de reciclarse o adquirir nuevas habilidades para avanzar en tu campo. Debes aprovechar la oportunidad.
Piensa sobre la situación
Si perdiste tu empleo, una de las primeras cosas que debes hacer es plantearte por qué lo perdiste ¿Cuál fue la causa?
Si tu rendimiento fue la razón por la que perdiste tu empleo, deberías reflexionar sobre tus rasgos y aptitudes y proponerte mejorarlos en el futuro.
Sin embargo, si se debió a los problemas financieros de la empresa, lo principal es buscar nuevos empleos en organizaciones económicamente fuertes del sector. Así disminuirá la probabilidad de que vuelvan a despedirte en el futuro por dificultades económicas.
Eliminar gastos innecesarios
A pesar de que tengas dinero ahorrado, el hecho de haber perdido la principal fuente de ingresos significa que no puedes gastar tanto como antes. Por ello, debes valorar qué gastos son prescindibles y recortarlos al máximo hasta que encuentres trabajo.
Debes crear un nuevo presupuesto basado en las nuevas condiciones
Siguiendo con el punto anterior, es hora de echar un vistazo a todo tu presupuesto. Examina tus fondos y cuánto crees que puedes agotar en tu situación actual.
Es fundamental que mantengas el control sobre esta situación porque estar en paro implica que tus gastos serán significativamente superiores a tus ingresos.
Debes aceptar que estas desempleado
Reconocer que ya no tienes trabajo y que tus circunstancias han cambiado radicalmente es otro paso fundamental que debes dar cuanto antes. De este modo, podrás colgar el cartel de “busco trabajo” e ir en busca de oportunidades profesionales que te permitan ganarte la vida como es debido.
Actualiza tu currículum
Ahora que tienes algo de tiempo libre, es hora de actualizar tu currículum y empezar a buscar un nuevo trabajo lo antes posible.
Para completar tu CV, incluye las funciones que realizabas en tu empleo anterior, tus logros y cualquier otra información que creas que tu posible nuevo empleador debe conocer. Además, tener un CV bien preparado y documentado te beneficiará durante una entrevista de trabajo. Recuerda esto.
Tu próximo trabajo podría ser de transición
Todos los trabajos que has tenido son valiosos. Trabajar de forma autónoma a través del teletrabajo o de Internet no es mala idea. Aparte de la experiencia, tienes una fuente de dinero mientras buscas un trabajo mejor.
Obtén una carta de recomendación
Lleva una carta de recomendación si te has quedado sin trabajo porque la empresa ha tenido que reestructurarse por dificultades financieras o ha tenido que cerrar. Y si no te la dan, pero al final te va bien en la empresa, solicítala también.
Tener esta carta a mano te ayudará en futuros procesos de selección. Tus posibles futuros empleadores tendrán pruebas de que tu desempeño en tu anterior puesto fue satisfactorio.
Examina tus cuentas en las redes sociales
Examina todos tus perfiles públicos para asegurarte de que son apropiados para el trabajo. Comprueba que no incluyen fotografías inapropiadas ni nada que pueda crear una primera impresión equivocada de ti.
Recuerda que los departamentos de Recursos Humanos revisan todo el material proporcionado por los posibles candidatos, así que asegúrate de que mirarán tus perfiles en las redes en las que estés. Configurar tus perfiles como privados es una opción.
Lo más importante es conseguir un nuevo empleo
Pasarse todo el día en casa sin hacer nada no ayuda. Entrar en este estado de ociosidad es arriesgado, ya que puede que no te sientas con fuerzas para empezar a buscar un nuevo trabajo. Además, el problema de quedarse en casa es que siempre hay demasiadas cosas que hacer.
Evita los errores garrafales que acabamos de señalar. Debes dedicar todo tu tiempo a la búsqueda de empleo. Claro que no vas a estar buscándolo ocho horas al día, pero debe ser tu primera prioridad.
Piensa en tu trayectoria
Si estás buscando un nuevo empleo, debes pensar hacia dónde se dirige tu carrera. ¿Estabas satisfecho con su trabajo anterior? ¿Te gustaba trabajar en ese sector?
Es cierto que estar desempleado puede inspirar una sensación de presión por conseguir trabajo enseguida. Sin embargo, ten en cuenta que la solución no es aceptar un trabajo que desprecies, ya que no permanecerás mucho tiempo en el mismo.
Si no estabas satisfecho con su anterior empleo o no te gustaba el sector, lo mejor que puedes hacer es reinventarte y plantearte qué quieres hacer. Esta es una excelente oportunidad para hacerlo y asegurarte el trabajo decente que seguro te mereces.
Interactúa con los demás
Los mejores empleos casi nunca se encuentran en los portales de empleo. Por eso no debes aislarte. Debes hablar con tus amigos y conocidos. Nunca se sabe quién te abrirá las puertas. Además, esfuérzate por conocer a gente nueva. Debes recordar que un contacto puede ofrecerte un trabajo de la forma más inesperada.
Adquirir nuevas habilidades
Puedes aprovechar el tiempo que no trabajas para aprender cosas nuevas o mejorar lo que ya sabes.
Puedes leer libros o tomar clases; hay numerosos cursos disponibles en español. Es fundamental que incluyas todas las nuevas habilidades en tu CV. Cuanto más aprendas y crezcas, más atractivo parecerás a los empleadores y más probabilidades tendrás de encontrar trabajo.
Mantener la buena salud
Aunque no trabajes, esto no es excusa para ignorar tu salud. Considérela tu activo más valioso. Aunque no puedas permitirte apuntarte a un gimnasio, debes mantener tus prácticas saludables. Por ejemplo, debes vigilar lo que comes y esforzarte constantemente por comer cosas sanas. También es fundamental caminar y moverse todo lo posible.